"Las emociones, tanto positivas como negativas, pueden sesgar nuestra percepción y afectar nuestras decisiones de manera significativa, incluso cuando no somos conscientes de su influencia." - Daniel Kahneman.
Esta semana fallecía Daniel Kahneman, psicólogo y economista, Premio Nobel de Economía por su investigación sobre los mecanismos de toma de decisiones en condiciones de incertidumbre.
Y esto, además de en la economía, tiene mucho que ver con las decisiones que tomamos en otros ámbitos como puede ser el de la competición deportiva. Y tiene mucho que ver con aspectos que se trabajan desde la Psicología del deporte.
Muy conocido es su libro Pensar rápido, pensar despacio, donde se exploran las formas en que las personas tomamos las decisiones, los atajos mentales que utilizamos y todo en base a su teoría de los dos sistemas cognitivos: un sistema rápido, intuitivo y emocional, y otro sistema que es lento, deliberativo y racional.
Resumiendo, las emociones también influyen en nuestras decisiones y comportamientos.
En momentos de presión y toma de decisiones bajo estrés, como puede ser una competición deportiva, el sistema dominante tiende a ser el sistema emocional, que toma decisiones impulsivas y por tanto responde de forma rápida. Esta respuesta emocional, más impulsiva, tiene la ventaja de ser una respuesta rápida, tal y como se requiere cuando se está bajo presión, pero corre el riesgo de no ser la respuesta más acertada, ya que no se habrán evaluado de forma racional las diferentes opciones.
Los atletas pueden experimentar una variedad de emociones intensas durante la competición, lo que puede afectar a la toma de decisiones y por tanto, a su rendimiento.
¿Qué hacemos en la terapia psicológica?
- Se evalúa cómo es el sistema emocional del deportista y cómo actúa en la toma de decisiones.
- Se analizan las distintas situaciones de presión que pueden requerir una actuación rápida. Esto ayudará a la persona a identificar y gestionarlos sesgos cognitivos que le pueden llevar a una evaluación inexacta de riesgos y recompensas potenciales de una situación, y promover una evaluación más precisa y objetiva.
- Se entrena en atención plena, para que la persona aprenda a mantenerse en el momento presente, sin distraerse ante estímulos, pensamientos o emociones y sin reaccionar de forma impulsiva ante ellos.
- Se practica la visualización de distintos escenarios posibles en los que haya que tomar decisiones rápidas, lo que fortalecerá la confianza y capacidad del deportista para ejecutarlas en el momento de la competición.
- Se aprende a identificar las señales de impulsividad en nuestro cuerpo, lo que permite poder utilizar técnicas de autocontrol para evitar las reacciones impulsivas.
Como deportista, te interesa reconocer y gestionar tu sistema emocional, fomentando una utilización más efectiva del sistema racional que te ayude a tomar mejores decisiones.
Y en eso, una psicóloga deportiva te puede ayudar.
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