Viendo el musical Grease este fin de semana, he vuelto, durante dos horas, a la adolescencia, a la época de estudios y distracciones, búsqueda de identidad, amistades y desengaños.Y se me han venido a la cabeza tantos jóvenes deportistas que se enfrentan a demandas y expectativas que se asemejan a las de los deportistas de élite, y ante este nivel de exigencia, su responsabilidad se vuelca en el deporte y acaban descuidando aspectos que son cruciales para su desarrollo, como son los estudios, las relaciones sociales y las experiencias personales propias de su edad.
El desequilibrio que esto supone, puede tener consecuencias negativas tanto a corto como largo plazo, en su bienestar general y en su desarrollo integral como personas. Los jóvenes que han comenzado a practicar un deporte a edades tempranas suelen haber desarrollado una capacidad de sacrificio y compromiso que les ha permitido evolucionar y destacar como deportistas. Son cualidades en principio positivas, que sin duda serán de gran valor a lo largo de sus vidas, sin embargo, será necesario también, que aprendan a regularlas en búsqueda de equilibrio.
Es una labor esencial de los formadores, entrenadores, clubes y familias, promover un equilibrio saludable en la vida de los deportistas jóvenes.
1. Concienciación: Tomar conciencia de la importancia de un desarrollo integral y educar a los jóvenes atletas sobre la necesidad de equilibrar sus compromisos deportivos con otros aspectos de la vida.
2. Apoyo psicológico: La psicología deportiva puede ofrecer apoyo emocional y estrategias para manejar el estrés y la presión y aprender a gestionar las expectativas para mantener un equilibrio.
3. Planificación del tiempo: Ayudar a los deportistas jóvenes a desarrollar habilidades de gestión del tiempo. Esto implica establecer horarios realistas que permitan dedicar tiempo tanto al deporte como a otros aspectos importantes de la vida.
4. Fomentar las relaciones sociales: Incentivar la participación en actividades sociales y mantener conexiones con familiares y con amigos, tanto dentro como fuera del ámbito deportivo.
5. Incentivar la educación académica: garantizar que los deportistas jóvenes realicen una educación sólida, necesaria para un desarrollo acorde a su edad y esencial para su futuro más allá de la carrera deportiva.
Los adolescentes y jóvenes tienen derecho a vivir su momento evolutivo con las experiencias propias de su edad. La práctica deportiva no debería convertirse en un peso abrumador que comprometa su desarrollo integral.
Los jóvenes deportistas necesitan tiempo y espacio para explorar otras áreas de su vida, como la amistad, el amor, la diversión o los desengaños.Trabajemos juntos por una práctica deportiva saludable.
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